El involucramiento de las familias en la educación de los niños
Podría plantearse que la familia tiene dos características propias: es una comunidad de pertenencia (Morandé, 1999), que forja identidad persona y en la que se desarrollan potentes vínculos socioafectivos entre sus miembros; y es una comunidad educativa (Santelices y Scagliotti, 2005) que forma a las personas a lo largo de toda la vida y potencia su desarrollo integral.
Otra de las características es su diversidad, puesto que la familia ha experimentado durante las últimas décadas importantes transformaciones sociales y culturales, entre las que se encuentran: la disminución de su tamaño y el aumento de los hogares unipersonales; la postergación del matrimonio y la maternidad; el aumento de la participación laboral de las mujeres; el aumento de la jefatura de hogar femenina y la consecuente sobrecarga de trabajo para la mujer; y la diversidad de las estructuras familiares (Ministerio de Desarrollo Social, 2009). Pese a los cambios socioculturales que ha experimentado en las últimas décadas, la familia mantiene un cometido irreemplazable: educar a sus miembros para contribuir a su desarrollo a lo largo de toda la vida.
Lo cierto es que entre familias y establecimientos educativos debería desarrollarse una relación colaborativa, una relación de sociedad o alianza (partnership) entre educadores, padres y otros actores de la comunidad, en la que compartan la responsabilidad por el aprendizaje y el desarrollo, mediante un modelo de “superposición de las esferas de influencia entre la escuela, familia y comunidad para trabajar en conjunto con el propósito de guiar y apoyar el aprendizaje y desarrollo de los estudiantes” (Epstein, 2011, p. 43).
Otra de las características es su diversidad, puesto que la familia ha experimentado durante las últimas décadas importantes transformaciones sociales y culturales, entre las que se encuentran: la disminución de su tamaño y el aumento de los hogares unipersonales; la postergación del matrimonio y la maternidad; el aumento de la participación laboral de las mujeres; el aumento de la jefatura de hogar femenina y la consecuente sobrecarga de trabajo para la mujer; y la diversidad de las estructuras familiares (Ministerio de Desarrollo Social, 2009). Pese a los cambios socioculturales que ha experimentado en las últimas décadas, la familia mantiene un cometido irreemplazable: educar a sus miembros para contribuir a su desarrollo a lo largo de toda la vida.
Lo cierto es que entre familias y establecimientos educativos debería desarrollarse una relación colaborativa, una relación de sociedad o alianza (partnership) entre educadores, padres y otros actores de la comunidad, en la que compartan la responsabilidad por el aprendizaje y el desarrollo, mediante un modelo de “superposición de las esferas de influencia entre la escuela, familia y comunidad para trabajar en conjunto con el propósito de guiar y apoyar el aprendizaje y desarrollo de los estudiantes” (Epstein, 2011, p. 43).
El actuar de las familias influye en el desempeño educativo de los niños
Los padres asumen un papel significativo en el proceso de aprendizaje y socialización de los niños (Jadue, 2003), especialmente en la primera infancia. A partir de la segunda mitad del siglo XX, numerosos estudios confirmaron la influencia que pueden ejercer padres y madres en los resultados educativos de sus hijos
Uno de los primeros estudios en reconocer los efectos de la familia sobre el rendimiento académico fue realizado por James Coleman. En esa publicación se concluye que el factor más relacionado con el rendimiento de los estudiantes era la composición social del alumnado, vale decir, sus antecedentes y entorno familiar. Según Coleman, la familia no solo influye por su estatus económico, sino también por el apoyo fuerte y efectivo que puede brindar en la educación de los estudiantes (Coleman, 1966).
Compromiso parental con el aprendizaje de los niños
Uno de los primeros estudios en reconocer los efectos de la familia sobre el rendimiento académico fue realizado por James Coleman. En esa publicación se concluye que el factor más relacionado con el rendimiento de los estudiantes era la composición social del alumnado, vale decir, sus antecedentes y entorno familiar. Según Coleman, la familia no solo influye por su estatus económico, sino también por el apoyo fuerte y efectivo que puede brindar en la educación de los estudiantes (Coleman, 1966).
- Las madres que más educación han recibido son las que más se involucran en la educación de sus hijos. Son quienes tienen más información sobre la escuela y las que más actúan para resolver los problemas de sus niños en el sistema escolar, en comparación con las madres menos educadas. Al mismo tiempo, son las madres que más se contactan con la escuela las que generan estrategias más amplias y complejas para apoyar la educación de sus hijos.
- El involucra miento de los padres en la educación de sus hijos está asociado positiva mente con el desempeño escolar tanto de niños como de niñas.
- Los padres se involucran más en las actividades de los establecimientos educativos cuando sus hijos son pequeños:
Involucramiento parental con la escuela
En este tipo de relación predomina la escuela en la relación con los padres, y es ella quien tiene el control en la entrega de la información. Los padres pueden participar en actividades, pero estas son creadas y controladas por la institución escolar. La mayoría de las actividades son realizadas en el establecimiento educativo o sus alrededores. Esta concepción es la que suele predominar, tanto en la política educacional chilena como en los discursos instalados en las escuelas respecto a la relación con las familias.
Involucramiento parental con la educación
Este nivel de participación puede tener lugar en la escuela o en el hogar y está caracterizado por un intercambio de información, entre los padres y el staff de la escuela, enfocada en el aprendizaje. La agencia de la relación de apoyo a los niños está compartida entre la escuela y los padres. Poco frecuente es encontrar este tipo de prácticas en los establecimientos educativos públicos chilenos, que suelen manifestar su distancia con las familias de los estudiantes debido a su poca presencia y activismo en la educación de los niños.
Compromiso parental con el aprendizaje de los niños
En este nivel de relación el protagonismo lo tienen los padres, quienes toman decisiones de acción y participación. Estos están comprometidos con el aprendizaje de sus hijos, no debido a que está dictado por la escuela, sino porque está dentro de sus propias percepciones de su rol como padres.
· La forma de prevención del
aspecto dado el artículo frente al sistema familiar y el contenido de las
lecturas del curso.
Los padres no quieren cumplir con su rol, les exigen a los demás realizar el trabajo que ellos no quieren hacer. Estas exigencias son hacia el estado o la escuela, sin embargo en algunas ocasiones los medios de comunicación también se encargan de la crianza de los hijos. La marginación de una figura de autoridad que mediatice la información entre los medios de comunicación y el niño describe una de las características de la familia, que consiste en la renuncia al compromiso de la educación de sus hijos, delegando a la escuela las tareas de crianza que le correspondían a la familia, dejando a los profesores la tarea de criar y educar a sus hijos, generando más trabajo y malestar en los docentes cumpliendo roles que no les corresponden y si el padre o el docente desempeñan ambos roles solo confundirán al niño.
La falta de compromiso en la educación de los padres es a su vez consecuencia de una característica posmoderna y consiste en que los padres posmodernos observan a sus hijos como seres competentes, que pueden sobrellevar situaciones familiares y sociales como el divorcio, la violencia, la sexualidad y el contenido de la televisión, por lo cual permiten que pasen largas horas lejos del sistema familiar conviviendo con otros grupos, lo cual disminuye la convivencia y el contacto con los otros miembros de la familia. No obstante los hijos no son seres competentes, por eso necesitan un desarrollo que partirá desde una guía familiar que les instaure bases conductuales, cognitivas y afectivas, además de una figura familiar que sea un mediador pedagógico entre toda la información que están recibiendo, el dejar que otros grupos sociales o instituciones se encarguen de esto no garantiza que el desarrollo sea el adecuado.
Es evidente la importancia del sistema familiar, ya que la organización, las relaciones, la autoridad y la enseñanza de las 3 habilidades primordiales (cognitiva, conductual y afectiva) que se dan dentro de este sistema, tendrán repercusiones dentro del ámbito escolar. Sin embargo la familia influye de otra forma en el ámbito educativo la actitud que los padres transmiten a sus hijos hacia la educación, la cultura, los profesores y la escuela ejerce gran influencia en su proceso de aprendizaje.
· Proyección del ejercicio ético
del psicólogo ante la temática del artículo
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